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¿Cobras menos que un compañero por el mismo trabajo? La ley te protege

  • Foto del escritor: Jose Antonio Tellez
    Jose Antonio Tellez
  • 25 ago
  • 2 Min. de lectura

El Estatuto de los Trabajadores establece claramente que no basta con tener el mismo puesto: si realizas tareas equivalentes o de igual valor, tienes derecho a recibir el mismo salario que tus compañeros. Este principio amplía la protección más allá de la brecha salarial de género, cubriendo cualquier discriminación basada en el sexo, orientación sexual, edad, religión, raza, discapacidad, origen o cualquier otra condición personal o social.

¿Qué contenido legal lo respalda?

El artículo 28 del Estatuto señala que el salario debe reflejar exclusivamente factores objetivos vinculados al trabajo: productividad, experiencia, formación o responsabilidad directa. Algunos ejemplos justificables de diferencias salariales son la antigüedad o mayor formación, siempre que estén vinculadas al desempeño. Sin embargo, cualquier diferencia que no se base en criterios laborales claros podría ser reclamable.

Transparencia retributiva y obligaciones empresariales

Desde la reforma laboral de 2021 y posteriores actualizaciones, las empresas están obligadas a llevar registros salariales transparentes, accesibles para los representantes de los trabajadores y la Inspección de Trabajo. Estos registros deben mostrar las retribuciones medias desglosadas por grupos profesionales o categoría, sin revelar datos individuales identificables.

En empresas con más de 50 trabajadores, además, es obligatorio implementar auditorías salariales y planes de igualdadsi se detectan brechas, y los incumplimientos podrían derivar en sanciones económicas que alcanzan cuantías elevadas.

¿Qué hacer si identificas una injusticia salarial?

  1. Recopila evidencia: Documenta tus funciones, responsabilidades y compáralas objetivamente con las de tus compañeros. Solicita acceso al registro retributivo si es posible.

  2. Reclamación interna: Empieza por una queja formal ante la dirección o Recursos Humanos, conservando copia de todo.

  3. Apóyate en tu representación: Si existen sindicatos o comités de empresa, acude a ellos para que te asesoren.

  4. Inspección y vía judicial: Si no obtienes respuesta satisfactoria, puedes acudir a la Inspección de Trabajo o incluso a los tribunales para exigir la equiparación salarial y compensaciones por diferencias acumuladas.

Jurisprudencia reciente: situaciones reales

En varios casos en 2024, la justicia ha respaldado a trabajadores que reclamaron desigualdad salarial. Entre ellos:

  • Empresa tecnológica en Madrid: condenada a igualar los salarios entre géneros por brechas injustificadas y pagar los salarios pendientes de varios años.

  • Caso en Barcelona: un trabajador extranjero logró demostrar que, pese a tener responsabilidades y antigüedad equivalentes a sus compañeros españoles, cobraba menos. El tribunal ordenó la igualación salarial y una indemnización por daños morales.

Además, en el sector público, la justicia ha determinado que es ilegal negar complementos a empleados que realizan el mismo trabajo que sus compañeras, incluso en supuestos de residencia pública, subrayando que la igualdad retributiva es especialmente exigente en la administración.

Conclusión

El Estatuto de los Trabajadores protege tu derecho a recibir el mismo salario por trabajo de igual valor, sin discriminación. Las reformas recientes han reforzado los mecanismos de transparencia y control, y la jurisprudencia actual demuestra que los tribunales respaldan inequívocamente este derecho. Si consideras que existes diferencias injustas en tu salario, tienes herramientas legales para actuar y reclamar lo que te corresponde.

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